La tortícolis es una condición que afecta al cuello, provocando que este se mantenga rígido y sea difícil o doloroso moverlo. Puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en bebés y niños.
La contractura en el esternocleidomastoideo, (tortícolis), puede tener varias causas, incluyendo:
- Un trauma en el cuello, como una caída o un accidente automovilístico.
- Una infección, como una infección de las vías respiratorias superiores o una infección de oído.
- Un trastorno muscular o neurológico, como la distrofia muscular o la parálisis cerebral.
- Una posición anormal del cuello durante el embarazo o el parto.
¿Qué es la tortícolis?
La tortícolis se produce por una contracción o espasmo de los músculos del cuello. Esto puede deberse a una variedad de causas, incluyendo:
Tortícolis congénita
Esta es la forma más común de tortícolis en bebés y niños. Se produce por una contractura del músculo esternocleidomastoideo, que se encuentra en el cuello y es responsable de la rotación e inclinación lateral de la cabeza.
La causa exacta de la tortícolis congénita no se conoce, pero se cree que puede estar relacionada con una posición anormal del feto en el útero o con un parto difícil.
Tortícolis adquirida
esta forma de tortícolis puede deberse a una variedad de causas, incluyendo:
- Una lesión en el cuello, como una caída o un accidente automovilístico.
- Una infección, como una infección de las vías respiratorias superiores o una infección de oído.
- Un trastorno muscular o neurológico, como la distrofia muscular o la parálisis cerebral.
Tortícolis en recién nacidos
La tortícolis es una condición que afecta al cuello de los recién nacidos, provocando que este se mantenga rígido y sea difícil o doloroso moverlo. Es la forma más común de tortícolis en bebés y niños.
Síntomas:
Los síntomas de la tortícolis en recién nacidos incluyen:
- La cabeza del bebé está inclinada hacia un lado.
- El bebé tiene dificultad para girar la cabeza hacia el lado opuesto al lado afectado.
- El bebé tiene una protuberancia en el músculo esternocleidomastoideo, que se encuentra en el lado afectado del cuello.
Causas
La causa exacta de la tortícolis en recién nacidos se desconoce, pero se cree que puede estar relacionada con una posición anormal del feto en el útero o con un parto difícil.
Tratamiento
El tratamiento de la tortícolis en recién nacidos suele ser sencillo y eficaz. El tratamiento de elección es la fisioterapia, que puede ayudar a relajar los músculos del cuello y a mejorar el rango de movimiento.
Los ejercicios de fisioterapia suelen consistir en estiramientos y movilizaciones del cuello. Los padres pueden aprender a realizar estos ejercicios en casa con la ayuda de un fisioterapeuta.
En algunos casos, el médico puede recomendar el uso de una férula para ayudar a mantener la cabeza del bebé en una posición correcta.
Pronóstico
La mayoría de los casos de tortícolis en recién nacidos se resuelven por sí solos en los primeros meses de vida. Sin embargo, en algunos casos, la tortícolis puede persistir hasta la edad adulta.
Prevención
No hay una forma definitiva de prevenir la tortícolis en recién nacidos, pero hay algunas cosas que los padres pueden hacer para reducir el riesgo, incluyendo:
- Apoyar la cabeza del bebé durante el sueño: los bebés deben dormir boca arriba, con la cabeza bien apoyada en una almohada suave.
- Rotar al bebé con frecuencia: los bebés deben ser rotados con frecuencia para evitar que se acostumbren a una sola posición.
- Prevenir las lesiones en el cuello: los padres deben tener cuidado de evitar que los bebés se caigan o se golpeen la cabeza.
Síntomas de la tortícolis
Los síntomas de la tortícolis pueden variar dependiendo de la causa. En general, los síntomas incluyen:
- Rigidez en el cuello.
- Dolor en el cuello.
- Dificultad para mover el cuello, especialmente para girar la cabeza hacia el lado opuesto al lado afectado.
- Inclinación de la cabeza hacia el lado afectado.
Tratamiento de la tortícolis
El tratamiento de la tortícolis depende de la causa. En general, el tratamiento de la tortícolis congénita incluye:
- Estiramientos: el fisioterapeuta puede enseñar a los padres a realizar estiramientos específicos para ayudar a relajar los músculos del cuello.
- Férula: en algunos casos, el médico puede recomendar el uso de una férula para ayudar a mantener la cabeza en una posición correcta.
El tratamiento de la tortícolis adquirida puede incluir:
- Reposo: en los casos leves, el reposo puede ser suficiente para que la tortícolis desaparezca por sí sola.
- Medicamentos: en los casos más graves, el médico puede recetar medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación.
- Fisioterapia: la fisioterapia puede ayudar a relajar los músculos del cuello y a mejorar el rango de movimiento.
Duración de la tortícolis
La duración de la tortícolis varía dependiendo de la causa. En general, la tortícolis congénita suele resolverse por sí sola en los primeros meses de vida. La tortícolis adquirida puede durar más tiempo, dependiendo de la causa.
Prevención de la tortícolis
No hay una forma definitiva de prevenir la tortícolis, pero hay algunas cosas que los padres pueden hacer para reducir el riesgo, incluyendo:
- Apoyar la cabeza del bebé durante el sueño: los bebés deben dormir boca arriba, con la cabeza bien apoyada en una almohada suave.
- Rotar al bebé con frecuencia: los bebés deben ser rotados con frecuencia para evitar que se acostumbren a una sola posición.
- Prevenir las lesiones en el cuello: los padres deben tener cuidado de evitar que los bebés se caigan o se golpeen la cabeza.
Si su bebé o niño presenta síntomas de tortícolis, en Policlínica Marina Gómez puede consultar la causa y le recomendaremos el tratamiento adecuado.